Vamos a darle la vuelta al mundo

Te la pasas trabajando todo el día; vivís lejos del trabajo, así que sumado a las horas laborales tenés el tiempo de viaje de tu casa al trabajo. Se termina el día y no pudiste hacer nada. Cuando quisiste ver, se pasó el día, la semana, el mes, el año.

No obstante, te gusta tu trabajo (o al menos no lo odias), sabes que siempre el primero de mes tenés tu sueldo depositado en tu cuenta, disfrutas de estabilidad laboral, un sueldo relativamente bueno, te das algunos gustitos en el mes.

Por otro lado, como te encanta viajar, vas tratando de aprovechar los fines de semana para hacer escapadas cortas y mirando el calendario para ver cuándo llega el próximo finde largo y poder planificar algo más lejano. Todo el año ahorrando y planificando para tus tan ansiadas vacaciones. “¿Qué? ¿14 días no más? Quiero más tiempo, quiero conocer más, no me alcanzan esos días”.

Y en ese momento, tu cabeza hace un combo explosivo, donde empezas a leer notas en el diario de personas que “Renunciaron y vendieron todo para viajar” y decís “¡Wow! Qué valientes, que envidia”. Llega el finde y ves películas como “Wild”, “Comer, Rezar, Amar”, “Into the Wild” y decís “¡Quiero hacer eso! Quiero viajar por el mundo”.

¿Te sentiste identificado? Esos éramos nosotros en el 2019, cuando tomamos la decisión de darle la vuelta al mundo. En este post, te vamos a contar como fue todo el proceso.

El viaje rompecabezas

A los dos siempre nos había gustado viajar. Santi, cuando estaba en la facultad, tuvo la posibilidad de ir a a Estados Unidos a hacer un Work & Travel en un centro de esquí. Años más tarde, cuando finalizó la universidad, se fue con su hermano a Machu Picchu. Siempre que pudo, aprovechó sus vacaciones laborales para conocer nuevos países: Brasil, Chile, Tailandia; y los fines de semana para recorrer por Argentina.

En mi caso (Caro), desde que tengo uso de razón, mi sueño era conocer Londres. A los 17 tramité la ciudadanía italiana (que la tengo gracias a mi abuelo que nos dejó todo listo porque quiere que vayamos a conocer su amada Italia) para hacer un viaje de intercambio, que al final no sé por qué no hice. Cuando terminara la facultad, pensaba en dedicarme a viajar por un año. Mientras tanto, con mis primeros ahorros, me tomé mis primeras vacaciones a Brasil. Luego, ingresé como pasante en Arcor, y dije “Cuando finalice viajo”, y tuve la posibilidad de quedar efectiva: no lo dudé y elegí apostar a la carrera profesional. Así fue, cómo empecé a aprovechar mis vacaciones para conocer Colombia, Perú (un viaje que me marcó, y creo que desde ahí comenzó mi proceso interno – Agosto/2016), México y cada vez que podía, aprovechaba los fines de semana largo para viajar por Argentina.

Cuando se dio “el viaje rompecabezas”, yo estaba planificando mi viaje a Europa: iba a cumplir mi sueño de conocer Londres (y otras ciudades que luego me iban a fascinar). Con Santi, éramos amigos. A pesar de que cada uno estaba en pareja, siempre hablábamos de todo, de la vida, de anécdotas. En ese viaje hablamos de nuestros sueños. Las dos horas que duró el viaje, nos la pasamos hablando de las ganas que teníamos de conocer el mundo, vivir experiencias, aprender nuevas culturas, idiomas, etc.

Ese fin de semana fue caótico para nuestras mentes. No pudimos dejar de pensar en eso. Cuando el lunes por la mañana nos encontramos nuevamente para viajar de regreso al trabajo, no pudimos dejar de hablar de todas las cosas que se habían pasado por nuestras cabezas.

Pasó el tiempo, y esto quedó en el olvido; pero claramente la conversación nos había quedado resonando en el inconsciente a los dos.

¿Y si dejamos todo para ir a recorrer el mundo?

Habían pasado los meses. Yo me había ido a Europa y había quedado fascinada, no quería volverme. Soy de las que apenas termine un viaje ya está pensando en el próximo, mirando siempre alertas de vuelos baratos. En el medio había estado a punto de sacarme un vuelo a Roma para viajar sola, pero no me animé.

Un conocido del trabajo había renunciado para irse a vivir a Europa, y esa vez me dije a mi misma: ¿por qué no? ¿quién te lo impide?. Por otro lado, una amiga del trabajo, ya hacía un año que se había ido a vivir a Europa y todos los días subía fotos de los lugares que conocía gracias a su nueva forma de vida: trabajaba y viajaba. Me encontraba todas las mañanas yendo al trabajo viendo sus historias y envidiándola, sanamente: me alegraba por ella, admiraba su valor, y cada vez me daba más cuenta que yo quería eso.

Por otro lado, los sentimientos de uno por el otro ya nos habían dado varias cachetadas y era hora de escucharlos. Habíamos terminado cada uno su relación anterior.

Como les contaba al comienzo, nuestras cabezas eran un combo explosivo en la cuestión laboral. Nos gustaba el trabajo, teníamos un buen sueldo, pero no necesitábamos tanto para ser felices, no queríamos estar todo el día encerrados, sin disfrutar de nuestro tiempo, nos encantaba viajar y 14 días no eran suficientes.

Esa noche (Mayo/2019), los dos hablábamos de los lugares que nos gustaría conocer solos. Creíamos necesario vivir esa experiencia de viajar solos, y más después de haber terminado las relaciones. Estábamos haciendo una lista de los lugares que conocíamos, los que nos gustaría conocer con el otro en un futuro, cuál era el destino al que íbamos a elegir para ir solos… cuando de repente, no logramos recordar quién se lo dijo a quién:

Caro y Santi comiendo pochoclos y tomando mate, antes de tomar la decisión de darle la vuelta al mundo
Nosotros, el día que tomamos la decisión

– ¿Y si dejamos todo para ir a recorrer el mundo?

– ¿Me estás jodiendo?

– No, te estoy hablando en serio

– Bueno, vamos

Mayo/2019

Y así fue cómo surgió todo. Desde ese instante, nuestra cabeza no pudo parar.

Tenemos la tranquilidad de que es algo que siempre quisimos los dos, entonces nunca va a existir un reproche de “estoy haciendo esto por vos”.

En qué viajar para darle la vuelta al mundo

Chat entre Santi y Caro del 07/05/2019 viendo fotos de Carpas Tribu
Chat de WhatsApp, viendo todas las fotos de Carpas Tribu.

Para los que nos conocen, y a los que no les contamos, somos muy ansiosos, estructurados, organizados y planificadores.

El fin de semana anterior a la propuesta de viaje, Santi había ido al Rally y había vuelto fascinado porque había visto una camioneta que tenía una carpa montada sobre el techo. Así fue como esa idea fue la primera que se nos ocurrió para viajar.

¿Ya les dije que somos ansiosos, no? Bueno, después de esa decisión, Santi se iba de vacaciones al Norte Argentino a correr el Raid Columbia (una de sus pasiones, el running y el trail). Imaginénse, para dos personas que la cabeza les va a mil, haber tomado la decisión de algo tan gigantesco y encima lejos: demás está decir que los mensajes no pararon ni un segundo. A cada rato nos enviábamos cosas que buscábamos en internet respecto a cómo viajar.

Nos gusta planificar, y en la cabeza teníamos tanta información, que necesitábamos escribirla. Así fue como nos compramos dos vinilos gigantes para poner en cada casa. Al regreso de las vacaciones de Santi, empezamos a armar nuestro plan sobre la pared de su casa.

La primera frase motivadora que escribimos fue (siempre cursi yo): “Dame la mano y vamos a darle la vuelta al mundo”, y luego “Si tuviera que volver a comenzar mi vida, intentaría encontrarte mucho antes” (Frase de “El Principito”, un libro que me gusta mucho y Santi me lo regaló).

1. Condiciones

Caro escribiendo un vinilo para analizar en qué viajar para darle la vuelta al mundo
El día que comenzamos a escribir el vinilo

Listamos todas las cosas que teníamos que hacer para poder irnos:

  1. Recibirme: para los que no saben, hice mi carrera al día y terminé de rendir todas las materias en el 2015. Pero, por la vorágine del trabajo, nunca me puse las pilas para rendir la tesis. Creo que esta era la motivación que necesitaba. (El plan era rendirla antes de que termine el 2019, pero no fue así. Igualmente ya la terminé y estoy próxima a poder rendirla).
  2. Ahorrar: nos propusimos empezar a gastar lo mínimo e indispensable. Comprar cosas que realmente nos hicieran falta, y así guardar cada peso que pudiéramos.
  3. Venta de artículos: no queríamos dejar nuestras pertenencias acá, porque no sabíamos cuándo íbamos a volver, así que teníamos que vender todo;  incluido mi auto: sabíamos que no íbamos a viajar en el auto, pero no podía venderlo en ese momento porque lo necesitaba para ir a trabajar; pero era un objetivo a cumplir antes de irnos de Córdoba.

2. Vehículo

Necesitábamos analizar ventajas y desventajas de los distintos medios y vehículos, incluyendo su costo.

VENTAJASDESVENTAJAS
MOTORHOME– Comodidad (Alta)
– Espacio
– Orden
– Baño
– Temperatura
– Costo
– Tamaño
– Consumo combustible
– Mantenimiento
– Compra
– Homologación
CAMPER– Tenemos camioneta
– Sin papeles
– Comodidad (Media)
– Baño
– Temperatura
– Montado/Desmontado
– Estética
– Daño a la camioneta
– Costo
– Menos espacio que motorhome
– Consumo
CARPA – Costo
– Libertad
– No daña a la camioneta
– Consumo
– Comodidad
– Clima
– Orden
– Baño

En primer lugar desestimamos la opción de la carpa. Nos atraía mucho, pero no aplicaba para el tipo de viaje que queríamos hacer.

Nos encantaba la idea del motorhome, pero se nos iba de presupuesto. Sí o sí teníamos que vender nuestros vehículos (auto y camioneta) para poder comprar la trafic, y la verdad es que los necesitábamos para ir al trabajo.

De a poco, el camper se fue convirtiendo en la mejor opción, y finalmente en nuestra elección.

3. Cómo generar ingresos

La mayor parte de nuestros ahorros la íbamos a destinar al camper; así que empezamos a anotar cada idea que se nos ocurría sobre cómo generarnos ingresos para poder solventar el viaje.

Vinilo donde analizamos todas las alternativas
El vinilo, antes de sacarlo el último día

Todo este proceso de análisis y planificación fue acompañado de información que buscábamos de otros viajeros en blogs, Instagram, etc. Así fue como de a poco nos fuimos metiendo en el mundo “Vanlife”, “Camperlife”, “Rodanteros”.

De hecho, así fue como encontramos a los chicos de Alimentando el alma. Empezamos a ver sus fotos y videos, ellos ya habían llegado a Alaska y habían regresado a Argentina. Uno de sus videos, fue de cuando llegaban a Alaska y estaban super emocionados: yo me largué a llorar y dije “quiero vivir esto”. Fueron los primeros viajeros a quiénes les escribimos con todos nuestros miedos y dudas, y nos mandaron un montón de audios dándonos información y alentándonos. Para nosotros eso fue de mucha ayuda, y felicidad al ver que nos habían respondido. Siempre les vamos a estar agradecidos.

Los miedos

Mentiríamos si dijéramos que no nos enfrentamos a miedos y dudas. A cada rato aparecían. “¿Y si me arrepiento?”; “Me gusta mi trabajo, quiero crecer profesionalmente”, “¿Qué dirá la familia?”. Esas preguntas y algunas más aparecían por nuestras cabezas, pero como siempre, con Santi hablábamos todo. Así que nos escuchábamos el uno al otro, nos dábamos apoyo, y siempre encontrábamos la manera de enfrentar a ese miedo. De verdad estábamos planificando algo que nacía desde lo más profundo de nuestro corazón: nada podía salir mal.

Caro & Santi 🌎 Hakuna Matata x el mundo


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